Cocker Spaniel

Debido a su fuerte carácter, el Cocker puede necesitar un adiestramiento exhaustivo, pero bien enseñado será un compañero amoroso. La alegría es un rasgo que le caracteriza y es ideal para una familia activa, que pueda darle el cariño y ejercicio que requiere.
No es ladrador. Sin embargo, tiende a ser destructivo cuando se le deja solo mucho tiempo, dado que tiene un cazador innato en su interior. Tenéis que daros cuenta de que necesitará ejercicio.
Cualquier problema que pudiera presentar esta raza, puede corregirse siempre que el perro sea socializado correctamente desde cachorro.
Es “perro de un dueño”, por lo que elegirá a un miembro de la familia con el que establecer un vínculo más especial, esto no significa que no quiera al resto de familiares. Su inteligencia os permitirá enseñarle muchos trucos y juegos, sin duda es una buena manera de pasar tiempo juntos. Además, se adaptará perfectamente a vivir en un apartamento.
Un cocker bien socializado se mostrará amable con las personas y el resto de mascotas de la casa. Si queréis que se lleve bien con los niños, tenéis que socializarlo desde el primer momento, porque su paciencia no aguanta largas horas de juego.
Esta raza posee una gran fortaleza física. Ahora bien, sus ejemplares tienen una tendencia a padecer problemas hereditarios en orejas y ojos.
Otra dolencia que suele afectar a esta raza es la luxación de rótula, que normalmente tiene un origen genético. Consiste en el desplazamiento de rodilla y puede causar dolor y artritis.
Otro punto débil son sus largas orejas. Al estar caídas las arrastra por el suelo y puede generar alguna infección. La sordera también afecta a algunos ejemplares.
La vista también hay que cuidarla. A menudo estos peludos desarrollan atrofia progresiva de retina, cataratas o glaucoma. Estos problemas necesitan ser controlados por un veterinario, de no ser así vuestra mascota podría quedarse ciega.
Debido a su metabolismo acelerado, es aconsejable que busquéis un pienso que favorezca su rápido crecimiento y le proporcione la energía que demanda.
Acostumbradlo al cepillado dental periódico para evitar la acumulación de sarro y placa bacteriana, lo cual provoca halitosis o mal aliento.
Lo lógico es bañarlo cada dos meses, amenos que se ensucie. Con ello evitaréis que pierda los aceites impermeabilizantes que actúan como protectores de su piel y su pelo. Cepilladlo antes de cada baño para eliminar el pelo muerto que esté suelto.
También hay que limpiar bajo sus ojos con una gasa empapada sólo con agua o un producto específico, con un movimiento de adentro hacia afuera.
Es recomendable cepillar su pelo a diario, un cepillo de cerdas o de púas metálicas largas es el más indicado. Y para repasar usad un peine metálico.
Esta raza suele hacer pipí tanto al saludarle como al regañarle. Existen técnicas para evitarlo, por ejemplo, saludarlo discretamente para que no se emocione. Es muy importante que mantengáis la calma si se orina, porque si le regañáis será peor.