Tras algunos años de feliz convivencia canina por fin te has decidido a introducir un nuevo miembro en la familia.
Adoptas un cachorro y el perro cariñoso que tenías se ha vuelto un perro con celos. ¿Qué hacer con un perro celoso? ¿Cómo evitar que se convierta en un problema?
Cuando la frase “mi perro está celoso” llega a tu vida, lo más importante es relajarse, comprender sus motivos y enseñarle a tu viejo amigo que no tiene nada que temer.
Cómo saber si mi perro está celoso de otro animal
Uno de los principales signos de que tienes un perro con celos es que empieza a cambiar su actitud de repente. Cambiar su manera de relacionarse, tanto contigo como con el resto de la familia, enseñando los dientes, ladrando o incluso gruñendo cuando te acercas al cachorro que acaba de llegar, es una señal de las más habituales.
En otras ocasiones se vuelven muy posesivos y no dejan que vayas a ningún sitio solo. También lloran, se entristecen y se esconden, volviéndose aparentemente tristes y depresivos. Y en el peor de los casos, cuando la situación ya está casi fuera de control, se vuelven extremadamente agresivos.
Qué hacer con un perro celoso
Aunque nuestro perro haya sido un compañero perfecto durante años, no hay que dudar a la hora establecer de nuevo las normas si es necesario. Un perro debe seguir las reglas que se establecieron a su llegada y aunque el hecho de introducir un cachorro es complicado porque puede desestabilizar su jerarquía en un primer momento, hay que restablecer el equilibrio de la manera más rápida posible. Algunos consejos para conseguirlo son:
- Presentar al cachorro al perro con celos, que lo vea como algo normal y no como un elemento negativo. Si es antes de entrar en casa mejor.
- Disponer tantos comederos y bebederos como perros se tengan para que así el perro no sienta que le roban el espacio.
- Mantener la rutina es fundamental para que no se sienta desplazado. Sus horas de juego, paseo y atenciones no deben verse afectadas por la llegada del cachorro.
- Tratar a todos los perros por igual. Colmar de atenciones y juegos al recién llegado solo altera y provoca reacciones negativas en perros que han mostrado celos anteriormente.
Si después de estos consejos sigues sin saber qué hacer con un perro celoso lo mejor es que te dirijas a un educador canino para que te oriente en pautas concretas para ayudar a tu mejor amigo. No esperes a pasar a una fase agresiva que no podrás controlar. Y recuerda, actúa siempre con seguridad y con reforzamiento positivo. El castigo puede agravar la situación.